El COVID 19 ha marcado un antes y un después en la sociedad y actividades como la porcicultura no han sido la excepción. Aunque esta enfermedad no afecta directamente a los cerdos, la industria se ha visto impactada de una manera importante en los costos de producción.
La industria porcina siempre a la vanguardia, de manera estratégica implementó nuevos métodos de trabajo apegándose a la cultura sanitaria indicada por la OMS.
Uno de los principales propósitos por lograr es reanudar el nivel de consumo que se tenía de la carne de cerdo en comparación al consumo que se tenía al inicio del 2020, ya que, debido al confinamiento, al alto nivel de contagio y al cierre de diversas industrias, se generó un nivel de desempleo nunca antes visto por lo cual se disminuyó de manera importante el consumo per cápita.
Derivado de la contingencia sanitaria la industria se ha visto obligada a implementar planes de sanitización con el fin de continuar con una producción “normal”.
Algunas de las recomendaciones que se hacen para el trabajo en las granjas son las siguientes:
1. Formar un Equipo de Higiene en la granja, responsable de las medidas preventivas para la contingencia, teniendo como objetivo el mantener en lo posible la enfermedad fuera de la convivencia del personal operativo.
2. Todo el personal que trabaje en granja debe recibir una capacitación sobre las medidas de protección personal para evitar la transmisión del virus entre individuos infectados y susceptibles o no infectados.
3. Se deben suspender todas las visitas a los sitios de producción y sólo deben acceder a la granja las personas necesarias para su funcionamiento. Las visitas veterinarias o de otras personas deben permitirse sólo en casos estrictamente necesarios.
4. Toda persona debe medirse la temperatura corporal antes de ir a la granja. Si su temperatura es mayor a 37.8 grados centígrados NO debe ir a la granja y debe reportase con su supervisor. Proveer a cada empleado con un termómetro para usar en su domicilio antes de dirigirse a la granja.
5. Cualquier síntoma de enfermedad (fiebre, malestar, dolor de garganta, tos, escalofrío) debe ser reportado al médico según las recomendaciones de las autoridades sanitarias y al supervisor de la granja. Ninguna persona enferma debe salir de su casa.
6. El personal de trabajo en granja debe ser organizado en grupos de trabajo por secciones (partos, gestación, hembras de reemplazo, etc.).
7. Los grupos de trabajo deben transportarse a granja en vehículos independientes y entrar al sitio en horarios distintos. Cada grupo de trabajo debe dejar el sitio de entrada limpio y desinfectado para el siguiente grupo.
8. Las personas de distintos grupos de trabajo NO pueden tener contacto entre ellos dentro o fuera de la granja.
9. Modificar horarios de comida, para que cada equipo lo haga a una hora diferente y tanto el comedor como la cocina deberán ser desinfectados una vez usados.
10. Desinfectar las áreas, mobiliario y el equipo donde varias personas tengan contacto, como son la cocina, manijas o agarraderas de refrigeradores, estufas, baños, mesas, escritorios, herramientas, cerraduras o manijas de puertas, computadoras, plumas, etc.
11. No descuidar ningún protocolo de bioseguridad, un brote infeccioso en la población de cerdos complicaría el manejo de la granja.
Estos puntos son importantes para prevenir contagios en la población activa.
Hagamos de esta experiencia una nueva cultura de vida, seamos creadores de un mundo mejor para las nuevas generaciones. La conciencia en estos momentos es fundamental para continuar creando proyectos sustentables que nos garanticen una mejor manera de subsistir.
Fuente: OMS
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